.Un novio mandando a su novia una cena romántica para disfrutarla, no con él, sino con su madre. Un marido organizando una comida de cumpleaños para su mujer con platos a elegir y dar la sensación de haber ido a un restaurante. Catering de regalo para el Día del Padre

Una madre enviando comida casera y rica a sus hijos que estudian fuera como si les hubiera dado unos tuppers el fin de semana. Una hermana organizando un aperitivo para dos, para tomarlo vía Skype, como quien queda a tomar unas cañas…

Si algo nos ha devuelto la sonrisa estos días han sido las llamadas de distintos particulares pidiendo catering de regalo para otras personas. Llamadas furtivas desde el cuarto de baño porque «es una sorpresa, no puedo hablar en alto». Susurros que pasamos a tratar por Whatsapp «para que no me pillen». El perro saliendo por decimoctava vez para «concretar los detalles» y lo mejor… Mensajes de agradecimiento por lo bien «que ha salido todo».

Y entonces, lo sabemos, si se están teniendo estos gestos está claro…Saldremos de ésta (muy pronto).