No hay nada mejor que los buenos consejos
Una de las tareas de todo equipo de comunicación al organizar la programación de unas jornadas de trabajo a nivel europeo es la optimización total del tiempo. La agenda, a lo que dedicarán el día, los traslados del aeropuerto a la oficina, incluso el tiempo de descanso en el hotel: todo está medido para sacar el mayor provecho y que los compañeros que vienen de otros países tengan un viaje de trabajo lo más rentable y a la vez agradable posible.
En este punto, el catering resulta de vital importancia ya que no solo se organiza para cubrir la hora de la comida y evitar que los asistentes al evento pierdan tiempo saliendo a comer a un restaurante sino que también tiene que ser un espacio para el networking, distendido, en el que se puedan compartir impresiones en un ambiente diferente. ¡No hay nada como compartir ideas disfrutando de unos ricos aperitivos!
Para ellos y, en línea con lo que hicimos esta semana junto con
El Laurel Catering en las oficinas de un cliente, te damos los siguientes consejos:
1.Formato cocktail:
Son muchas las horas sentados en este tipo de viajes de empresa por lo que recomendamos decantarnos por el formato cocktail, de pie. Por un lado, podrás hacer una comida más corta ya que no habrá que esperar entre plato y plato. Por otro, los asistentes serán libres de hablar con quien consideren y mezclarse mucho más. Además, es más fácil acertar con la comida ya que no tendrás que elegir un primero y segundo arriesgándote con que no sea del gusto de todos. En un cocktail podrás combinar distintas referencias frías y calientes. Así hizo el catering que además tematizó el menú para que fuese lo más español posible (todos los asistentes eran extranjeros): ¡había hasta cuenquitos de lentejas!
2. Atención a los detalles
Ten en cuenta los pequeños detalles. Por ejemplo: poner el mantel y las flores del color corporativo del cliente o hacer guiños a la ciudad de Madrid a través de baldosas de sus famosas calles. Otra idea: poner cuenquitos con frutos secos en las mesas altas así los que lleguen a la sala antes de tiempo, tienen con que entretenerse hasta que dé comienzo el servicio.
3. Mide los tiempos
Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de organizar una comida es medir el ritmo de la sala. ¿Que haces un segundo pase de las referencias y nadie quiere? No atosigues y lánzate a servir los postres. ¿Que ves que faltan algunos de los asistentes? Guarda unas bandejas en cocina por si aparecen. En los cocktails, tener un jefe de sala atento a este tipo de detalles es relevante: funciona como un maestro de ceremonias, sabrá en todo momento qué necesita el público.
4. Adáptate a la sala y a los asistentes
Siempre recomendamos visitar la sala para evitar sorpresas de última hora. En este último caso, era imprescindible conocer la altura del garaje ya que no todas las furgonetas podían pasar y podía hacer que se perdiese mucho tiempo en la descarga y montaje. También que la cocina no tenía salida de humo por lo que se decidió prescindir de platos como las croquetas que requerían freírse
in situ. Otro aspecto a tener en cuenta es las particularidades del grupo: el cliente siempre agradece que los menús de cocktail se puedan adaptar a sus necesidades como quitar el alcohol e incluir cafés e infusiones, al ser un evento corporativo, y ofrecer una alternativa a la persona vegetariana.
Si sigues estos consejos, ¡todos los invitados quedarán encantados!