El otoño ha llegado oficialmente y con él la bajada de temperaturas, días más cortos y con menos luz y empezamos a abrigarnos. Es un momento de cambio para coger el típico resfriado o virus o sufrir la conocida astenia otoñal, que se caracteriza por una sintomatología de cansancio, tristeza o irritabilidad ligada a la dificultad de adaptarse a la disminución de horas de sol que conlleva el otoño. ¿Podemos evitarlo?¿Cómo debemos adaptar nuestra alimentación a esta época del año? Los expertos recomiendan adaptar nuestros hábitos de consumo a las frutas y verduras de temporada, dejando atrás la sandía o el melón para integrar calabazas, setas o boniatos. Los alimentos de temporada contienen los nutrientes y vitaminas adecuadas que necesitamos en la propia estación, generan más calor, concentran y refuerzan nuestro interior para reforzar los pulmones y el intestino grueso, que son los órganos relacionados con esta estación. Por tanto se recomiendan platos templados y un incremento de proteínas.
Estos son algunos de los principales grupos de alimentos a integrar en tu alimentación esta temporada, busca en nuestra cantina virtual para empresas tu almuerzo incluyendo estos alimentos:
1. Hortalizas y verduras: Calabaza, coles, berenjenas, boniato, espinaca, coliflor, espinaca, pimientos, alcachofa, acelga, calabacín.
2. Frutas: Naranja, mandarina, granada, uvas, chirimoya.
3. Frutos secos: nueces, almendras, castañas
4. Setas y champiñones.
5. Legumbres: Garbanzos, judías, lentejas, guisantes.
Evitar la astenia otoñal y primeros resfriados está en nuestras manos si prestamos atención a los siguientes puntos:
¿Qué cambios haces en tu rutina cuando llega el otoño?